Desde que el cine irrumpió en España encontramos ejemplos de un género que hoy en día se denomina “cine rural”

Por Javier Abad

La vida rural es única y prestigiosa y así es como muchos cinematográficos de nuestro país lo muestran al público con sus obras.

Desde que el cine irrumpió en España encontramos ejemplos de un género que hoy en día se denomina “cine rural” o “drama rural”. Este, ha aportado desde hace un siglo filmes muy diversos e interesantes que nos sirven para analizar diferentes realidades.

Con la aparición de esta categoría dentro del séptimo arte, el cine se convirtió en un documento histórico-geográfico capaz de captar las secuencias de paisajes inmersos en dinámicas de cambio o básicamente desaparecidos.  Pero también, ha sabido ser un efectivo medio de denuncia con una marcada responsabilidad social.

Todas las obras nos acercan a una diversidad de tratamiento audiovisual, en la que el mundo rural ejerce, en ocasiones, de paisaje que enmarca la narración y en otras de desasosiego por culturas en peligro de desaparición; pero en las que también puede constituir un elemento esencial de la trama narrativa.

Necesario como espléndido, el cine rural ha dejado, y lo seguirá haciendo, una gran huella dentro de nuestra valiosa cinematografía.

Mi Top 5 películas de cine rural español:

1. Los Santos Inocentes (Mario Camus, 1984)
2. El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973)
3. Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951)
4. El extraño viajes (Fernando Fernán Gómez, 1964)
5. El sur (Víctor Erice, 1983)