Por Daniel Francisco
Muchas de las propuestas electorales presentadas en los municipios vallisoletanos están centradas en la recuperación de tradiciones y en la adecuación de espacios de ocio.
Con el punto de recuperar tradiciones se me vienen a la cabeza grandes momentos de mi infancia que coincidirán con los de muchos jóvenes que nos hemos criado en un pueblo. Recuerdo, en mi caso, la celebración de San Isidro con el ya casi obsoleto juego de la rana, la soga, carreras de sacos, la calva o el bolo leonés. Un día de reunión entre niños y mayores, una conexión entre generaciones de la que sacar grandes lecciones de vida.
En los pueblos disfrutamos en comunidad de los espacios de ocio que se nos ofrecen, sin maltratarlos, tratándolos como si fueran nuestros, respetándolos,cuidándolos. Lugares en los que se han vivido grandes momentos que permanecerán en la memoria de todos y siempre provocaran una sonrisa en nuestros rostros.
Desde Voces de los Pueblos nos gusta defender el estilo de vida de los pueblos, siendo conscientes de sus ventajas y carencias. Apostamos por la cultura, las fiestas tradicionales y nuestras gentes. Una concepción del ocio que confronta con el alienante modo de vida de la ciudad ,que niega a su juventud a poder vivir y disfrutar de todas estas maravillosas experiencias.

