La localidad vallisoletana de Villabrágina reclama desde hace dos décadas los permisos y la financiación para construir una residencia de ancianos sin que su petición sea atendida por la Junta de Castilla y León
ALEJANDRO GARCÍA REBOLLO
Ser alcalde de un pueblo de 1033 habitantes no es sencillo, mucho menos si tu principal reclamación, ya heredada de tus antecesores, es ignorada una y otra vez. En esta situación se encuentra Noelia García López, la joven alcaldesa de la localidad vallisoletana de Villabrágima, que ha continuado con la titánica contienda de hacerse escuchar en un mundo de gigantes. Su petición, poder construir una residencia de mayores para evitar la huida de los ancianos de la localidad.
Las circunstancias para el desarrollo de este proyecto no pueden ser más propicias: el solar para la construcción de la deseada residencia se encuentra adjudicado desde hace casi una década, en una zona amplia, cercana al centro de la localidad. La iniciativa cuenta con un gran empuje social, en un pueblo donde el 35% de sus habitantes tiene más de 65 años, y con el respaldo de todos los partidos políticos presentes en la villa.
El apoyo a la iniciativa, que pretende mantener en la localidad a sus mayores, a la par que reactivar la economía: atrayendo nuevos habitantes y puestos de trabajo, se extiende a lo largo de toda la provincia de Valladolid: más de 15 pueblos pequeños han firmado un manifiesto en apoyo a la lucha de Villabrágima, ejemplificando que la unión hace la fuerza.
La pretensión, que se ha extendido, según nos cuentan, a lo largo de más de dos décadas, ha contado con muchas iniciativas para conseguir el apoyo popular e institucional. Entre las acciones más destacadas resalta una marcha que, en 2009, se desarrolló entre Zaratán y Valladolid o la recogida de firmas que se ha desarrollado durante los últimos años, encabezada por el ayuntamiento de la localidad y la asociación de personas mayores de “El Arco”.
La implicación de la localidad y su alcaldesa ha derivado en los últimos años en una activa lucha en redes sociales, creando diferentes perfiles en Facebook, Instagram o Twitter para dinamizar la lucha y extender su repercusión, añadiendo la opción de firmar en change.org en caso de apoyar esta lucha popular.
La regidora de la localidad define la construcción de la residencia de ancianos como “una gran necesidad”, razonándolo a través del “gran número de mayores que hay en Villabrágima, quienes a su avanzada edad no desean marcharse de su pueblo para ir a otras residencias como la de Medina” a la par que resalta la iniciativa pues supondría “una dinamización de nuestra vida social y económica”.
El plan de construcción proyectado no es demasiado ambicioso, esboza una residencia con capacidad para alrededor de 45-50 mayores, atendidos por un personal de entre 35-40 personas, ya que esta categoría incluye a cuidadores, enfermeros, cocineros, auxiliares o limpiadores. La reducida capacidad de las instalaciones pretende dar un servicio de la mayor calidad posible a los ancianos, caracterizado sobre todo por la comodidad y la atención personalizada.
Una vez que conocemos el sentir de los habitantes y regidores de la localidad debemos centrarnos en la respuesta política que estas peticiones han tenido. Se han mantenido varios encuentros con el delegado territorial: Pablo Trillo, y el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero. Ambos han manifestado su apoyo a la iniciativa, aunque sin fijar medidas concretas con las que se lleve a cabo la consecución de este proyecto.
La idea desarrollada por la alcaldesa del pueblo es la creación de una residencia de ancianos privada, pero con el sustento y apoyo de las diferentes administraciones públicas, principalmente en su financiación y mantenimiento. Esta iniciativa permitiría la conservación de la población dependiente en la localidad, la conservación de sus viviendas y la atracción de familiares y amigos, que acudirían regularmente a visitar a sus seres queridos.
La lucha de este pequeño pueblo de la provincia de Valladolid por crear un futuro digno para sus mayores, a la par que dinamiza la actividad económica e intenta desarrollar proyectos dentro de sus posibilidades, es un ejemplo a seguir para las pequeñas localidades castellanas, que van muriendo asfixiadas por la imparable pérdida de población.
La nota negativa la marca la inoperancia y sordera de las administraciones, que centran sus esfuerzos para con el medio rural, en estériles iniciativas incomprensibles para los regidores de estos pequeños pueblos.
El ejemplo de Villabrágima muestra la realidad de la provincia de Valladolid: no se escucha a los habitantes de los pequeños pueblos, a la par que las administraciones provinciales invierten en planes incomprensibles, tales como la construcción de merenderos aislados, parques infantiles en pueblos sin niños o subvenciones para el arreglo de las fachadas, ocultando una dura realidad: no es rentable conservar pueblos de menos de 3.000 habitantes cuando el 80% de la población de la provincia se concentra en municipios de más de 10.000.
FUENTES EMPLEADAS:
https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/ayuntamiento-villabragima-ofrece-20171031103950-nt.html https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/pueblos-apoyan-creacion-20190209105005-nt.html https://www.tribunavalladolid.com/noticias/villabragima-merece-una-residencia-de-ancianos/ https://villabragima.ayuntamientosdevalladolid.es/
